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Dec 1, 2018

Hoy en día es muy común leer o escuchar hablar sobre los intereses nacionales y la diplomacia de un determinado país, pero a mi entender muchos no parecen tener claro el significado de estos términos. De manera similar, algunos observadores piensan que la diplomacia es un tipo de ejercicio inútil ya que entienden que la capacidad de los agentes ha dejado de ser fundamental al momento de muchos estados enviar representaciones. Esto ultimo lo podríamos ver en dos vertientes, una puede ser el aumento significativo en la cuota política dentro de la diplomacia y otro pudiera ser el que el estado acreditador no posee intereses nacionales marcados en el estado receptor.

Debemos aclarar que los intereses nacionales son los vitales de un estado en el que la supervivencia de este es el interés principal. La independencia de un estado y la integridad de este están por encima de todos los demás intereses. Si el estado desaparece, entonces no queda ningún otro interés. El deber supremo del estado es, por tanto, mantenerse a sí mismo.

Por otro lado, la diplomacia es el arte de conducir e implementar la política exterior, proceso mediante el cual los diplomáticos buscan alcanzar objetivos alineados a los intereses de su estado, principalmente a través de negociaciones mantenidas con sus homólogos. Por tanto, la esencia de la diplomacia es la negociación, que implica el uso tanto de la zanahoria como del palo. Un diplomático tiene cuatro funciones básicas: representación, negociación, información y protección de los intereses de su país y de los ciudadanos de este último en tierras extranjeras.

Para ello la negociación internacional requiere la capacidad de enfrentar desafíos especiales y lidiar con lo desconocido. Los negociadores expertos saben cómo analizar cada situación, establecer negociaciones de manera ventajosa, enfrentar las diferencias culturales, lidiar con burocracias extranjeras y gestionar el proceso de negociación internacional para llegar a un acuerdo.

Habiendo establecido que la principal justificación de la acción estatal son los intereses nacionales. Las políticas exteriores de los estados se diseñan principalmente para proteger y promover estos intereses. Hans Morgenthau, una de las mayores figuras de política internacional del siglo veinte, dijo que el requisito mínimo de los estados nacionales es proteger su identidad física, política y cultural.

La República Dominicana ocupa una ubicación geoestratégica clave, que ha aumentado su importancia en el ámbito internacional y sería poco caritativo negar que la diplomacia dominicana ha desempeñado un papel clave en promovernos como Hub en el Caribe. Pero la política exterior dominicana también ha de centralizarse en promover el bienestar económico del país. A lo largo de los años, la República Dominicana ha obtenido una importante ayuda de sus amigos extranjeros, pero debemos ir por mas.

Dada la disparidad en su tamaño con respecto a los demás países la tarea principal de la diplomacia dominicana siempre ha de ser encontrar un ecualizador frente a los otros países del mundo globalizado en el que vivimos y, para ello, la diplomacia constituye la manera mas practica de avanzar para un país, ya los tiempos de Genghis Khan y las conquistas dejaron de ser la manera en que los países crecían y se convertían en imperios, hoy día la diplomacia y la negociación son los que abren las puertas y dan frutos provechosos a los países, y de especial importancia a países pequeños como el nuestro.

En las relaciones internacionales es sabido que no hay amigos ni enemigos permanentes; Pero deben existir intereses permanentes. Esos intereses deben ser marcadamente claros, y a la vez perseguidos y ejecutados por profesionales entregados en cuerpo y alma a lograr los intereses nacionales en el exterior.

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